Ahora les escribo para contar un poco de este país tan particular, lleno de historia, como es Alemania. Nos quedamos en un camping un poco alejado de la ciudad de Berlín, así que nos movíamos en tren y ómnibus desde allí.
Para conocer la ciudad realizamos unos tours de una compañía que se llama New Europe, que ya unos compañeros habían hecho esos mismo en Londres y Ámsterdam. Cuenta con muchos guías españoles y también argentinos lo que hace que ofrezcan tours en español! Ofrecen unos Free Tour para recorrer la ciudad caminando, que en realidad se espera que al final del tour cada uno “valore” el mismo, con una propina. Y luego ofrecen tours pagos sobre cosas más específicas. Así que el primer día hicimos un tour que se llamaba “Berlín y el muro”, que consistió en llevarnos a varias partes donde el muro se conserva original, ya que han dejado algunas partes como museo, y para recordar lo que han pasado.
Un poco de historia mal contada … después de la segunda guerra Europa, y dentro de esta, Alemania quedó separada en dos partes, la República Federal Alemana (RFA) socialista (liderada por la Unión Soviética) y la República Democrática Alemana (RDA) capitalista (liderada por EEUU, Francia e Inglaterra). A su vez, Berlín, situado en la RDA quedó separado en 2 partes, se dividió por barrios, algunos para la RDA y otros para la RFA. La RDA comenzó a producir sus propias marcas y a censurar ciertas libertades, entre ellas de expresión, solo existía un tipo de auto, al ir al super solo se encontraba una marca de cada producto, etc. Mucha gente comenzó a emigrar de la RDA a la RFA a través de Berlín, porque era solo cuestión de cruzar la calle de un barrio al otro, y una vez que estabas en la RFA te podías tomar un vuelo, principalmente emigraban personas intelectuales jóvenes en busca de mejores oportunidades. Así fue que de un día para el otro se comenzó a levantar un muro que rodeaba los barrios de la RDA de Berlín, separando familias, amigos, etc, que podían vivir enfrente y quedaron separados por un muro de 2 metros de alto. El muro se construyó como “barrera de protección antifascista”, para aislar a los que podían tener vinculación con nazis de lo que era la Alemania pura.
Existía un muro interno, un poco más bajo, una zona entre muros, donde los soldados tenían la orden de disparar si alguien intentaba cruzarla, eran chicos muy jóvenes, ya que era obligatorio cumplir un año y medio en el ejercito de la RDA, y el muro final, vigilados por torres de vigilancia cada tanto. Murieron muchas personas tratando de cruzar ese muro, otras pudieron evadir la vigilancia con pasaportes falsos y pasaron al otro lado. Había un subte que arrancaba y terminaba en la RFA, pero tenía 4 paradas en la RDA, las cuales estaban bloqueadas, pero un grupo de gente logró parar el subte y pasar al otro lado. Otra gente cruzó en las valijas de los autos, con el riesgo que si al conductor lo descubrían seria acusado de tráfico de personas. El muro estuvo en pie casi 30 años, hasta que en 1989 se decidió tirarlo abajo. Nos contaban los guías que el día que tiraron el muro, todos los comerciantes de la RFA sacaron la ropa que les había quedado de clavo de temporadas viejas, aprovechándose de la gente que vivía del otro lado del muro, donde todo les parecía novedoso. Mucha gente no quería que el muro se derribase, nos contaban que no se acostumbran a ir a hacer las compras y que haya 20 marcas para elegir.
También fuimos a visitar un museo con archivos de la STASI, la policía secreta de la RDA, que contaba con numerosos archivos de gente que era investigada. Actualmente cualquier persona puede acceder a estos archivos y descubrir si era investigada, por qué razón, y quién daba información sobre ella. Hay gente que no quiere saber sobre esto, por miedo a que algún vecino, amigo, haya bridado datos sobre ella.
Pasamos también por el lugar donde está bajo tierra el bunquer de Hitler, nos dijo el guía que no lo quisieron sacar de la tierra por miedo a que aparezcan grupos de neonazis a rendirle culto.
En Alemania se considera delito usar cualquier insignia referida a los nazis, así como también negar el Holocausto en público. Y como se quiere mostrar su pasado, para que se aprenda de todo esto, y no volver a cometer los errores cometidos, todos los museos y memoriales son de entrada gratuita, o muy accesible.
Al otro día hicimos el tour por la ciudad, donde visitamos la puerta de Brandemburgo, que es el símbolo de la ciudad. Luego visitamos también el memorial a las personas asesinadas durante el Holocausto, que consta de dos mil y pico de bloques de hormigón, de diferente altura e inclinación, que cuando pasas por dentro, te da una sensación de incertidumbre y ahogo... murieron más de 10 millones de personas, de los cuales más de 5 eran judíos, y también fueron asesinadas personas de piel negra, homosexuales, polacos, entre otros.
Con Karen entramos al memorial, ahí se pueden escuchar historias de personas y familias enteras asesinadas, también se pueden leer cartas que estas personas escribieron antes de morir en los campos de concentración. Es de las cosas más fuertes que hemos vivido en este viaje.
Al otro día, ya de camino a Hamburgo, paramos en el campo de concentración de Sachsenhausen, al cual entramos a recorrerlo. A este campo, como a muchos otros campos de Alemania, eran llevadas personas que nos se las consideraban “puras” por los nazis. Simplemente se irrumpía en sus casas, y eran deportadas a campos de concentración. Donde se les obligaba a realizar trabajos inhumanos, casi sin comida, durmiendo hacinados, utilizando un uniforme a rayas totalmente denigrante, sometidos a violencia física que ningún ser humano podía soportar. Recorrimos el patio principal, donde las personas ingresaban al campo, y pasaban revista 3 veces al día, si faltaba alguna persona, los podían tener un día entero de pie hasta que aparezcan todos. Los dormitorios y los baños eran algo espantoso, existía una enorme bañera donde los obligaban a “despiojizarse” ni bien ingresaban al campo y después de dejar toda su ropa y sus pertenencias.
Luego pasamos también por la fosa de fusilamiento, que tenía un paredón de madera donde se realizaban asesinatos en masa, y por el crematorio donde se incineraban los huesos de los muertos, la verdad algo muy fuerte...
Mucha gente murió asesinada en los campos, también victimas de pestes y enfermedades, ya que no eran asistidos, otros de hambre, y muchos también de los que fueron liberados murieron luego por traumas psicológicos.
La verdad una ciudad con mucha historia y mucha tristeza en su pasado, que nos envolvió totalmente y nos conmovió mucho. Otro destino marcado para volver!
Los voy dejando por acá, espero que les haya gustado este relato, beso grande!
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